
Esta es una historia verídica, que leí hace algún tiempo si no mal recuerdo se llama la historia del coche fantasma.
Hace Algún Tiempo:
Un hombre solitario estaba parado a la orilla de la carretera a medianoche pidiendo un aventón, debido a que su coche se descompuso, en esos momentos estaba cayendo una tormenta tremenda.
Pasó un buen rato bajo esas condiciones, pero nadie pasaba y los pocos que lo hacían no se paraban para llevarlo.
La tormenta era tan fuerte que apenas se alcanzaba a ver a unos tres metros de distancia, el viento azotaba lleno de maleza, tierra y agua, lo que hacia imposible ver más lejos.
De repente, el hombre vio como un coche con las luces apagadas se acercaba lentamente y al final se detuvo frente a él.
El hombre sin dudarlo, por lo precario de su situación, se sube al asiento trasero del coche y cierra la puerta.
Trataba de dar las gracias, pero cuando mira hacia el asiento del conductor, se da cuenta, con asombro, de que nadie va conduciendo el coche.
De repente el coche arranca suave y pausad amente.
El hombre comienza a escuchar voces que susurran algo que no entiende, y oye jadeos y quejidos, pero, no hay nadie.
Mira hacia adelante, a la carretera y con horror se percata de que delante hay una curva.
Asustado, comienza a rezar e implorar por su salvación al advertir su trágico destino.
Aún no ha terminado de salir de su espanto cuando, justo antes de llegar a la curva, aparece una mano tenebrosa por la ventana del conductor y mueve el volante lentamente pero con firmeza.
Paralizado por el terror y sin aliento, cierra los ojos y se aferra con todas sus fuerzas al asiento; inmóvil e impotente ve cómo sucedía lo mismo en cada curva del oscuro camino, y los quejidos y jadeos aumentan a cada momento, lo que le provocaba tal espanto que cada vez se acurrucaba más en el asiento.
De pronto escucha unas voces jadeantes que le dicen… “No te escondas, que te vemos”… “¿Por qué te escondes?”
Totalmente helado por el pánico, tras varios segundos sin atreverse a contestar, y ante la insistencia de las voces que le repetían lo mismo una y otra vez, responde…
- ¡Por favor no me hagan nada!, Soy un hombre bueno, ¡Por favor no!
y Colorín colorado este cuento se ha acabado
Una Reflección: No Sean Flojos y mejor a empujar si es que no quieren que les pase lo mismo. así que mejor a moverse.
Autor: Miguel Gerardo García Peñaloza.
Grupo: 201.
Materia: Taller de lectura y Redacción 2.
Profesora: Inés Pardo Gomes.
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